Zapatos cuenta historias: Los Keen de Ana

Botas Keen, han dado la vuelta al mundo
Estos zapatos han estado en el Everest y en otras partes del mundo, incluyendo México por supuesto.
Hasta Junio de 2018, siguen dando guerra con su dueña Ana G.A.I


Algo sobre “mis keen”…’

Ni siquiera quería comprar estas botas. Hace 3 años un señor en una tienda en Taupo, NZ, me convenció de que Keen valía la pena. Le hice caso y jamás me arrepentí.

Desde entonces fueron mis compañeras de aventuras, empezaron por el Tongariro Northern Circuit, luego continuaron en el Mount Cook National Park, pasaron por el Routeburn track y se despidieron de NZ cuando con ellas me acerqué a la ruta de escalada Falcon Steep, donde el ascenso se convirtió en fractura y volamos juntas de regreso a México.

Caminaron a mi lado en mi rehabilitación, “mis keen” me daban soporte en el tobillo y fueron las que usé para dar mis primeros pasos. Muchos se reían de mí por traer botas en la ciudad, pero ¿quién les preguntó lo que pensaban? Eso no hizo que cambiara de calzado, al contrario, las usaba 7 días a la semana.

Mejoré y retomé las andadas. Caminaron conmigo desde Lukla hasta el Everest Base Camp y se deleitaron de la belleza de las grandes montañas; me acompañaron en India donde protegían mis pies de cuántas cosas había tiradas en la calle.

Comenzaron sus últimos meses de vida con tanta ida al Nevado de Colima. 2017 y 2018 fueron años en que cualquier pretexto era bueno para subir a esa montaña o escaparme al cerro los fines de semana: La Mesa del Ocote, Chupinaya, Cerro Viejo o la Barranca de Huentitán.

Están en la etapa de “cualquier caminata puede ser la última”, no me importa. Seguiré caminando con ellas hasta que la suela completa se desprenda.

Por: Ana G.A.I.

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